Ya te expliqué en el post La influencia de los nervios en el examen teórico que en ese caso es pequeña, sin embargo no es así en el examen práctico.

La influencia de los nervios en el examen práctico sí que puede llegar a ser muy importante, e incluso en algunos casos es determinante en el resultado de tu prueba práctica, por lo que a continuación te voy a recomendar una serie de consejos muy útiles.

¿Qué debes saber sobre la influencia de los nervios en el examen práctico?

Influyen sobre todo en 3 momentos, fundamentalmente:

1.- En el principio del aprendizaje. 

Que es cuando las personas que no tienen conocimientos, sienten muchos temores e incertidumbres, e incluso llegan a temer por su propia seguridad y por la del resto de usuarios.

El miedo a colisionar con otros vehículos, e incluso atropellar a peatones o ciclistas, es normal, e irá pasando con el paso de las clases prácticas (salvo en casos especiales, que necesitan tratamientos más especializados).

2.- Cuando haces tus primeras prácticas a alta velocidad, por carretera, autopista o autovía. 

Especialmente cuando hay mucha intensidad circulatoria, como ocurre en grandes ciudades. Pero también van desapareciendo, hasta incluso llegarás a sentir cierta sensación placentera al circular a alta velocidad (aunque siempre van a existir focos de estrés que para cada persona pueden ser diferentes, y que habrá que combatir individualmente).

3.- Cuando decides la fecha de examen.

Aunque falten varios días, muchas personas ya empiezan a sentir los primeros síntomas que producen los nervios en el examen práctico, como lo son el malestar general, dolor de tripa y de cabeza, falta de apetito, dormir mal…

Estos tres puntos influyen en tu rendimiento y provocan que vuelvas a cometer errores que hacía tiempo que no se producían, pero te garantizo que todo esto es normal y bastante habitual (como norma).

¿Siempre es así?

Es cierto que hay personas muy seguras de sí mismas que no les produce estrés el hecho de enfrentarse al examen práctico, aunque la realidad es que esas personas son muy pocas y lo más habitual es que casi todo el mundo sienta estrés, sobre todo cuando se va acercando la fecha del examen. Así que siempre, siempre, no.

El pico más alto de estrés se da el día anterior, y momentos antes del examen.

¿Cómo podemos combatir los nervios del examen práctico?

De varias formas. Una de ellas es tomando algún producto natural como las famosas Valerianas, que no necesitan receta médica y como es un producto natural lo puedes encontrar en farmacias o herbolarios.

Aunque la manera más adecuada de gestionar la influencia de los nervios en el examen práctico, a mi modo de ver es la siguiente:

  • En primer lugar, lo más importante es tener una buena preparación que genere autoconfianza y recursos suficientes por si se produce un error, tener la capacidad para sobreponerte y seguir hacia adelante con la prueba de examen.
  • En segundo lugar, la gestión de los nervios justo antes del examen y durante el examen, debe ser la adecuada. Los días previos no deberías pensar mucho en el examen (ya se que es difícil, pero tienes que intentarlo, por tu bien).

EJEMPLO: –Ahora me voy a incorporar a la circulación– (pues pienso sólo en eso), –voy a estacionar– (pues me centro nada más que en estacionar) y de este modo vas aprendiendo a enfocar tu atención plena en el momento presente, sin distracciones y con la mente preparada para realizar la prueba en las mejores condiciones mentales.

Yo os digo siempre que evitéis contarle a otras personas que te vas a examinar. La razón es porque no dejan de darte consejos, muchos de ellos erróneos,  o de mandarte mensajes que no dejan que te olvides del examen ni un instante.

Te crean confusión sobre lo que es importante y lo que no, e incluso pueden llegar a contradecir comportamientos que tu profesor o profesora te han inculcado para que logres superar el examen práctico de conducir.

Por otra parte, es mejor que el día previo, e incluso el mismo día del examen, no estés recibiendo whatsapps todo el tiempo, que no te dejen descansar la mente ni un momento, porque toda mente también necesita descanso.

No pienses en el examen de manera constante, relaja la mente con tu música favorita, medita, haz si quieres un repaso mental breve del examen y pero si notas ansiedad o estrés, cambia ese pensamiento.

¿Y cómo lo hago?

Imagínate conduciendo, metiendo las marchas de manera tranquila y sin nervios, imagina que disfrutas haciéndolo y no pienses que es un examen en el que alguien te está observando.

Descansa y duerme bien el día anterior al examen, procura desconectar de todo lo que te pueda recordar al examen, y no tomes nada que te pueda alterar o modificar tu comportamiento de manera negativa, como café, bebidas energéticas, o alguna otra similar.

Controla la respiración. Si la observas y escuchas podrás bajar su intensidad o incrementarla si ves que dejas de respirar con la frecuencia adecuada. Intenta mirar a tu alrededor y observa las cosas sin juzgarlas, colores, texturas… pero sin diálogo interno, no pongas palabras en tu mente, sólo observa.

Espera simplemente a que llegue el momento de empezar y hazlo con naturalidad y de manera positiva. No te juzgues ni pienses lo que estará pensando la persona que te examina. Ni te mires a través de los ojos del examinador, hacer eso es negativo.

Que no te preocupes el resultado. Si apruebas, estupendo, pero si no, no pasa nada, es parte del aprendizaje, mejoras un poco más y ya está.

Pensando así, te quitarás presión e irás al examen con más tranquilidad para desarrollar toda tu habilidad y poner en práctica todos tus conocimientos.

En resumen, prepárate bien, gestiona bien tu estrés y enfréntate al examen practico con optimismo y muchas ganas de hacerlo bien, pero sin estrés.

¡Ánimo! y hasta la próxima.